Es de mi constancia que los lectores de este humilde blog pueden contarse con los dedos de una oreja, sin embargo, y en agradecimiento a ellos, me he propuesto salvar todas las trabas tecnológicas que mi actual situación me brinda y redactar estas líneas, como una declaración de supervivencia.
Desde mi reciente cambio de domicilio no he podido disponer de conexión, condición sine qua non para mantener este recinto internauta con un mínimo de actualidad. Este aislamiento ha sido debido a la descarada incompetencia de las compañías proveedoras del servicio, las cuales han hecho gala de una sublime ambigüedad en sus ofertas y en sus respuestas a mis solicitudes. Lo peor de todo es que esta incierta situación no tiene visos de resolución inmediata.
Resumiendo, que espero que todo esto se resuelva lo antes posible y pueda seguir diciendo tonterías en este Reino de Lancre durante mucho tiempo. Igualmente trataré de hacer alguna escapadita furtiva, como la de ahora, para que algún navío aviste mi isla desierta y venga a rescatarme.
P.S. Estoy empezando a aborrecer los cangrejos a la plancha que prepara Viernes...
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