Hoy ha empezado a trabajar un chico nuevo en la redacción. A pesar de que su discreción ha sido absoluta, así como su intención de pasar desapercibido, nos ha llamado la atención a todos. Es alto y corpulento, aunque por su talante y sus gestos parece de lo más dócil. Es decir, parece fuerte, pero incapaz de hacer uso de esa fuerza. Por otro lado, el excesivamente engominado cabello no impide que un remolino se destaque díscolamente del oprimido flequillo. Unos breves segundos sin sus gafas nos han inducido a pensar que acusa una miopía galopante. Sin embargo, la momentánea y presumible falta de visión la ha sustituido por una mirada que parecía que podía traspasar objetos. Tímido, casi tartamudo, muy receloso de su vida personal, ha mantenido su atuendo impecable, ni siquiera ha desahogado el nudo de la corbata, como si quisiera esconder algo debajo de su traje.
En la oficina ya circulan los rumores sobre las actividades nocturnas de este chico, sobre su otro yo en el universo drag queen...
A mi la descripción me ha recordado a Superman